Resumen:
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Soren Kierkegaard (1813-1855) es autor de una personalísima obra que abre una vía nueva en el pensamiento. Sitúa como fundamento de todo pensar al sujeto existente, al ser humano real e histórico. Con ello construye una nueva concepción del conocimiento y la verdad, que ya no es la abstracta y eterna que habían sustentado el idealismo y el racionalismo tradicionales. El existente concreto particular, con su carga subjetiva y su anhelo espiritual, se coloca de esta manera en el centro de la reflexión. Cuando, al concluir la Segunda Guerra Mundial, los filósofos relacionados con la corriente existencialista traten de reformular desde los escombros una nueva filosofía moral y una cultura, no buscarán las abstracciones que han propiciado la barbarie, sino el giro kierkegaardiano hacia el centro del ser humano. Desde esta recuperación, se ha descubierto en el pensador danés una enorme riqueza en la que la psicología, la filosofía y el genio literario se ponen al servicio de una tarea religiosa: llevar al ser humano individual a la esencia del cristianismo.
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